Corre ahora con ganas para luego detenerte amigo...

Pintauñas morado para pasar el rato. Miradas inocentes hacia una cámara que inmortaliza momentos que esconden conversaciones que no quieres olvidar. Números como el 13, cercano al 12 y al 11, que representan las ganas de sentir cerca. Que hay días que, por no tener nada que hacer, se hacen eternos. Quizás una opción más cómoda sería dormir y dormir hasta un 23; no, mejor hasta un 24. No es mala opción. Descansada fijo que llegaba al último escalón de la cuenta atrás. Pero no es mi estilo. No es mi estilo estarme quieta, ni con todo el dolor que precisa de masajes con aceite especial. Que dentro de nada tendré que dar yo uno, y recibir otro. Que para ello hemos tenido que fijar, de antemano, las reglas del juego. Que se pasan por la cabeza los hielos... y que los espacios, por sorpresa, me los han reducido. Más cerca ¿no? Recuerda que hay paredes. Imposible que no se me escape una sonrisa de esas que a veces reclamas…

Las horas pasan lentas cuando estamos en una cuenta atrás. No importa. Y es que somos egoístas. Ahora lo odio y le pido que corra, luego habrá un momento en el que lo adore y le pida que vaya más lento. Que me deje disfrutar de cada momento. De cada momento contigo. Espero que entienda mis sentimientos y no sea después rencoroso. Que entienda que él y la distancia juegan ahora una doble función. Que los desearé y los detestaré. Pero sobre todo, los necesitaré de mi parte.

Corre ahora con ganas para luego detenerte amigo...