Bienvenido...
Gracias por detener tus pasos en este lugar. Antes de aceptar el tiket de entrada, has de saber que aqui encontraras un buena parte de mi mundo del que, apartir de ahora, entrarás a formar parte...
sábado, 29 de septiembre de 2012
sin saber a que sabes..
Cuanta curiosidad y cuantas ganas de descubrir. Cuantas ganas de tocar, sonreir, besar, abrazar...
Cuantas de perderme en verano o en invierno. Cuantas de un helado, de paseo o quizás en la playa. Cuantas de despertarme contigo por la mañana. cuantas de no dejarte dormir, de sentir...
Cuantas de otro zumo, cuantas de me abraces con intención, con decisión. Cuantas de sentirte tan cerca que no sienta distancia entre la locura de tener tantas ganas y la curiosidad del futuro.
Ese futuro que no me dejas pronunciar, pero ese en el que tú no puedes evitar pensar.
Y es que es estraño pero ya me gustas. Y lo haces sin que ni siquiera sepa como es el tacto de tu piel, sin saber a que hueles, sin saber a que sabes. Sin conocerte
lunes, 20 de agosto de 2012
Cada vez más ignorada...*
Primero llegó el Amor, tocó la puerta de su casa un día, ella no lo quería dejar
pasar, tenía otros planes, otros deseos. Pero el Amor la sedujo, con palabras dulces, con amistad y cariño y lo dejó
entrar. Se instaló en su casa por un largo tiempo y trajo además a la Alegría y a la Ilusión.
De repente, sin darse cuenta, partió la Ilusión, luego se fue yendo la Alegría, entraba y salía y de repente ya
no llegó más, hasta que un día toco la puerta la Rutina. Ella le dijo que no la dejaría entrar y luchó contra ella,
pero mientras vigilaba la puerta adelante, la Rutina entró por detrás, y fue matando poco a poco el Amor. Ella intentaba mantenerlo vivo,
pero entonces llegó la Mentira junto
con la Traición, se unieron a la Rutina y mataron el Amor. Ella con rabia, echo de la casa a la Rutina, la Mentira y la Traición.
Mientras lloraba dejó descuidada la
puerta y la Pena entró, se sentó en
la sala y allí se instaló y por más que intentó sacarla, se negó a irse. Después
de un tiempo, cansada de ella, decidió comenzar a ignorarla, sabe que está allí
en la sala, pero no le hace caso, le pasa por el lado y la ignora.
Salió a pasear para intentar olvidar la Pena. En el camino, se encontró de nuevo
con la Alegría y la Ilusión y las invitó a su casa. Ahora
hacen tanta algarabía que la Pena
pasa desapercibida, sigue allí en la sala, pero ella la ignora y trata de solo
prestarle atención a la Alegría y a
la Ilusión.
Hoy tocó la puerta la Venganza, ella la miró con picardía y
aceptó el trato que le proponía, le dio permiso y la Venganza se burló de la Rutina,
la Mentira y la Traición.
Así que hoy es un gran día en su casa hay
una gran fiesta, ella, la Venganza, la Alegría y
la Ilusión celebran con brindis y
música. La Pena sigue allí cada vez
más pequeña, cada vez más ignorada, sabe que logrará pronto acabar con
ella y sacarla.
martes, 19 de junio de 2012
Ya no me digas que me quieres...*
Es
imposible que tus palabras me hagan mas daño y es imposible que no llore.
Cada
llamada es un nuevo golpe, un nuevo desengaño, una nueva perdida de la ilusión.
Dónde
están aquellos sentimientos de alegría que me inundaron cuando me llamaste el
otro día. Dónde tus ganas de verme, de hacer cosas conmigo, de quererme. Dónde.
Dónde está aquella persona que conocí un sábado distinto, dónde la persona de
la que me enamoré y por la que estaba dispuesta a todo. Dónde la que con cada
tontería me sacaba una sonrisa y me secaba cada lágrima y me resolvía cada
duda. Dónde.
Ahora
solo queda tristeza, miedo, soledad, lágrimas y más lágrimas. Cada día me queda
un poco menos de esperanza de que todo vuelva. Cada día me siento más débil,
más triste y con más ganas de huir. Cada día me duele más y cada día es menos
justo.
Da
igual estar dispuesto a aguantar las cosas que no te gustan, da igual estar
dispuesta aguantar y dar tiempo, todo da igual, nada cambia. Y tú sigues sin
quererme.
Solo
piensas en ti, en dormir, en no hacer nada, en no estudiar, en tus amigos, en
tus paseos, tu pelo, tu ropa, tu cuerpo, tus fiestas. Piensas en todo menos en
mí.
Que
solo me queda la esperanza de que cuando me vaya mi cabeza se distraiga y te
olvide poco a poco. Porque ya no me quedan fuerzas para más. Ya no se si me
quedan ganas de aguantar cómo cada día me quieres menos, como cada día me haces
daño. Ya no se si tengo fuerzas para seguir queriéndote.
Ya no
me digas que me quieres si no estas dispuesto a demostrármelo.
viernes, 1 de junio de 2012
Un café preparado con espuma....*
Una casita en un pueblo perdido, un café preparado con
espuma, los pies descalzos sobre el sofá, la radio de fondo y una conversación que
dura horas que parecen apenas unos minutos. Risas e historias compartidas, anécdotas,
cuadros, pinturas, música, viajes, libros… Diferentes.
Todo sacado como de un túnel del tiempo. Una sonrisa con
mucho que contar y una personilla con curiosidad y ganas de escuchar.
Conocer a gente nueva que te estimula de forma nueva.
Ser como cenicienta y retirar a las 12. Estar en Londres a
30 minutos de casa. Swing y música cubana de vuelta a casa. No tener(te) alergia.
martes, 15 de mayo de 2012
...o quizás un poquito menos peor!*
Cuando no queda confianza qué nos queda. Si ya no crees en las palabras que pronuncia, que te queda.
Te quedan los recuerdos de cada cosa planeada, y de cada ilusión vivida. Te quedan los momentos y los abrazos. Te quedan los besos. Te quedan los días que no llegarán. [...]
Pero llegarán y volverás a sonreír, a ilusionarte, a planear. Y quizás sea a muchos Km. de casa o quizás a la vuelta de la esquina. Pero te prometo que volverán. Volverás a sonreír.
Y entonces recordarás y le tendrás ahí, en aquel rincón de tu corazón, donde prometiste guardarle siempre. Porque se ganó aquel rincón que nadie le quitará nunca. Y le recordarás y te darás cuenta de que le sigues queriendo, incluso más que antes, pero le querrás de otra forma. Le querrás porque te hizo más fuerte; te hizo saber lo que querías y lo que no querías, lo que te gustaba y lo que no, te enseñó lo que eras capaz de dar y lo que no estabas dispuesta a soportar. Y gracias a él, te darás cuenta de que eres un poquito mejor, o quizás un poquito menos peor.
Pero llegarán y volverás a sonreír, a ilusionarte, a planear. Y quizás sea a muchos Km. de casa o quizás a la vuelta de la esquina. Pero te prometo que volverán. Volverás a sonreír.
Y entonces recordarás y le tendrás ahí, en aquel rincón de tu corazón, donde prometiste guardarle siempre. Porque se ganó aquel rincón que nadie le quitará nunca. Y le recordarás y te darás cuenta de que le sigues queriendo, incluso más que antes, pero le querrás de otra forma. Le querrás porque te hizo más fuerte; te hizo saber lo que querías y lo que no querías, lo que te gustaba y lo que no, te enseñó lo que eras capaz de dar y lo que no estabas dispuesta a soportar. Y gracias a él, te darás cuenta de que eres un poquito mejor, o quizás un poquito menos peor.
miércoles, 18 de abril de 2012
no he sido yo...*
Creo que te estás confundiendo, que no estás pensando, que te has dejado llevar por la situación y que has puesto palabras en tu boca que no querías pronunciar.
Creo que un día te despertarás y te darás cuenta de que, a tu lado en la cama, hay un hueco vació, con las sábanas frías y estiradas; entonces, no estaré y llorarás, porque se que lo harás y tu también lo sabes.
Llorarás porque te he querido y te quiero como nunca nadie antes, y lo sabes, se que sabes que te he dado todo lo que podía darte.
Has sido tú el que ha decidido que ya no merece más la mano cada sonrisa, cada beso, cada caricia, cada momento compartido, cada plan planeado, cada locura por cumplir, cada tontería por compartir… que ya nada merece la pena.
Entonces es ahora cuando me toca pensar en mí. No es mi culpa si te ilusiono o no, no es mi culpa si me quieres o no, esta vez no.
He sonreído cuando llovía, te he ayudado a levantarte con cada tropiezo, te he dado lo que no te habían dado, he confiado, he sentido, he amado, y no me arrepiento. Esta vez no, esta vez no he sido yo.
martes, 3 de abril de 2012
olvidar...
Se te ha olvidado cuidarme. Se te ha olvidado que sigo siendo aquella que conociste, frágil, dolida y con mil millones de ganas de amar y ser amada.
Se te olvidó que tus besos eran mi carga de energía diaria y que sin ellos cuesta continuar.
Se te olvidó que solo quería resguardarme en tus brazos para sentirme la persona más protegida del mundo. Que tú para mí eras mi súper héroe, se te olvidó que te confié mis secretos, miedos, ilusiones, sonrisas, ganas, se te olvidó.
Se te olvido que había decidido cambiar por ti, y se te olvidó que tú también lo habías hecho.
Se te olvido que solo necesito esas dos palabras si son salidas de tu boca.
Y a mi se me olvido como se despertaba cada día con una sonrisa. Se me olvidó que se sentía con cada sorpresa, con cada caricia, con cada rosa y con cada beso, se me olvidó llorar porque ya no quedan lágrimas
Casi se me olvida escribir. Pero no. Eso no se olvida, siempre acaba haciendo falta.
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