No reconoces el día más feliz de tu vida hasta que estas en él, hasta que lo vives, hasta que te das cuenta de que te han faltado algunas horas más para disfrutarlos.
Y es que te desde que te conozco, cada día que paso contigo, es el día más feliz de mi vida.
Porque cada día me imagino todo lo que siempre he soñado pero ahora es contigo. Ahora pongo rostro a ese príncipe que debía salvarme de una torre y un dragón, y con el que comía perdices y vivía feliz para siempre.
Ahora eres tú en lo primero que pienso cada mañana, lo primero que me hace sonreír y el primero al que dedico el último pensamiento del día...