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sábado, 19 de enero de 2013

quizás me las gastaron....*



 Y no consigo que caigan las lágrimas que estos últimos días siento dentro de mí. Quizás me las gastaron. Quizás las gastaron las ganas de sonreír y sentir. Quizás la gasto la ilusión por provocar esa sonrisa que tanto me impacto desde el primer momento en el que la vi. Quizás el recuerdo de aquella primera noche o de aquel siguiente día. Quizás había resultado demasiado bonito para ser real. Quizás no lo merezca. No le merezca. O quizás no me merezca. 

Ahora me quedo solo en el quizás. En el qué hubiera pasado. Me quedo con los recuerdos, con las sonrisas, con la complicidad, con él. Porque no se va a ir. Porque había llegado donde hacía mucho que no llegaba nadie. Porque me plantee cosas después de solo dos días. Porque desapareció. Porque desapareciste, porque me dejaste sin ninguna explicación.  

sábado, 29 de septiembre de 2012

sin saber a que sabes..


Cuanta curiosidad y cuantas ganas de descubrir. Cuantas ganas de tocar, sonreir, besar, abrazar...

Cuantas de perderme en verano o en invierno. Cuantas de un helado, de paseo o quizás en la playa. Cuantas de despertarme contigo por la mañana. cuantas de no dejarte dormir, de sentir...
Cuantas de otro zumo, cuantas de me abraces con intención, con decisión. Cuantas de sentirte tan cerca que no sienta distancia entre la locura de tener tantas ganas y la curiosidad del futuro.
Ese futuro que no me dejas pronunciar, pero ese en el que tú no puedes evitar pensar.


Y es que es estraño pero ya me gustas. Y lo haces sin que ni siquiera sepa como es el tacto de tu piel, sin saber a que hueles, sin saber a que sabes. Sin conocerte

lunes, 20 de agosto de 2012

Cada vez más ignorada...*

Primero llegó el Amor, tocó la puerta de su casa un día, ella no lo quería dejar pasar, tenía otros planes, otros deseos. Pero el Amor la sedujo, con palabras dulces, con amistad y cariño y lo dejó entrar. Se instaló en su casa por un largo tiempo y trajo además a la Alegría y a la Ilusión.

De repente, sin darse cuenta, partió la Ilusión, luego se fue yendo la Alegría, entraba y salía y de repente ya no llegó más, hasta que un día toco la puerta la Rutina. Ella le dijo que no la dejaría entrar y luchó contra ella, pero mientras vigilaba la puerta adelante, la Rutina entró por detrás, y fue matando poco a poco el Amor. Ella intentaba mantenerlo vivo, pero entonces llegó la Mentira junto con la Traición, se unieron a la Rutina y mataron el Amor. Ella con rabia, echo de la casa a la Rutina, la Mentira y la Traición

Mientras lloraba dejó descuidada la puerta y la Pena entró, se sentó en la sala y allí se instaló y por más que intentó sacarla, se negó a irse. Después de un tiempo, cansada de ella, decidió comenzar a ignorarla, sabe que está allí en la sala, pero no le hace caso, le pasa por el lado y la ignora. 

Salió a pasear para intentar olvidar la Pena. En el camino, se encontró de nuevo con la Alegría y la Ilusión y las invitó a su casa. Ahora hacen tanta algarabía que la Pena pasa desapercibida, sigue allí en la sala, pero ella la ignora y trata de solo prestarle atención a la Alegría y a la Ilusión

Hoy tocó la puerta la Venganza, ella la miró con picardía y aceptó el trato que le proponía, le dio permiso y la Venganza se burló de la Rutina, la Mentira y la Traición.
Así que hoy es un gran día en su casa hay una gran fiesta, ella, la Venganza,  la Alegría y la Ilusión celebran con brindis y música. La Pena sigue allí cada vez más pequeña, cada vez más ignorada, sabe que logrará pronto acabar con ella y sacarla.

martes, 19 de junio de 2012

Ya no me digas que me quieres...*


Es imposible que tus palabras me hagan mas daño y es imposible que no llore.
Cada llamada es un nuevo golpe, un nuevo desengaño, una nueva perdida de la ilusión.

Dónde están aquellos sentimientos de alegría que me inundaron cuando me llamaste el otro día. Dónde tus ganas de verme, de hacer cosas conmigo, de quererme. Dónde. Dónde está aquella persona que conocí un sábado distinto, dónde la persona de la que me enamoré y por la que estaba dispuesta a todo. Dónde la que con cada tontería me sacaba una sonrisa y me secaba cada lágrima y me resolvía cada duda. Dónde.
Ahora solo queda tristeza, miedo, soledad, lágrimas y más lágrimas. Cada día me queda un poco menos de esperanza de que todo vuelva. Cada día me siento más débil, más triste y con más ganas de huir. Cada día me duele más y cada día es menos justo.

Da igual estar dispuesto a aguantar las cosas que no te gustan, da igual estar dispuesta aguantar y dar tiempo, todo da igual, nada cambia. Y tú sigues sin quererme.
Solo piensas en ti, en dormir, en no hacer nada, en no estudiar, en tus amigos, en tus paseos, tu pelo, tu ropa, tu cuerpo, tus fiestas. Piensas en todo menos en mí.

Que solo me queda la esperanza de que cuando me vaya mi cabeza se distraiga y te olvide poco a poco. Porque ya no me quedan fuerzas para más. Ya no se si me quedan ganas de aguantar cómo cada día me quieres menos, como cada día me haces daño. Ya no se si tengo fuerzas para seguir queriéndote.

Ya no me digas que me quieres si no estas dispuesto a demostrármelo.

viernes, 1 de junio de 2012

Un café preparado con espuma....*


Una casita en un pueblo perdido, un café preparado con espuma, los pies descalzos sobre el sofá, la radio de fondo y una conversación que dura horas que parecen apenas unos minutos. Risas e historias compartidas, anécdotas, cuadros, pinturas, música, viajes, libros… Diferentes.

Todo sacado como de un túnel del tiempo. Una sonrisa con mucho que contar y una personilla con curiosidad y ganas de escuchar.

Conocer a gente nueva que te estimula de forma nueva.
Ser como cenicienta y retirar a las 12. Estar en Londres a 30 minutos de casa. Swing y música cubana de vuelta a casa. No tener(te) alergia.

martes, 15 de mayo de 2012

...o quizás un poquito menos peor!*

   Cuando no queda confianza qué nos queda. Si ya no crees en las palabras que pronuncia, que te queda. Te quedan los recuerdos de cada cosa planeada, y de cada ilusión vivida. Te quedan los momentos y los abrazos. Te quedan los besos. Te quedan los días que no llegarán. [...]

   Pero llegarán y volverás a sonreír, a ilusionarte, a planear. Y quizás sea a muchos Km. de casa o quizás a la vuelta de la esquina. Pero te prometo que volverán. Volverás a sonreír.

  Y entonces recordarás y le tendrás ahí, en aquel rincón de tu corazón, donde prometiste guardarle siempre. Porque se ganó aquel rincón que nadie le quitará nunca. Y le recordarás y te darás cuenta de que le sigues queriendo, incluso más que antes, pero le querrás de otra forma. Le querrás porque te hizo más fuerte; te hizo saber lo que querías y lo que no querías, lo que te gustaba y lo que no, te enseñó lo que eras capaz de dar y lo que no estabas dispuesta a soportar. Y gracias a él, te darás cuenta de que eres un poquito mejor, o quizás un poquito menos peor.

miércoles, 18 de abril de 2012

no he sido yo...*


Creo que te estás confundiendo, que no estás pensando, que te has dejado llevar por la situación y que has puesto palabras en tu boca que no querías pronunciar.
Creo que un día te despertarás y te darás cuenta de que, a tu lado en la cama, hay un hueco vació, con las sábanas frías y estiradas; entonces, no estaré y llorarás, porque se que lo harás y tu también lo sabes.
Llorarás porque te he querido y te quiero como nunca nadie antes, y lo sabes, se que sabes que te he dado todo lo que podía darte.

Has sido tú el que ha decidido que ya no merece más la mano cada sonrisa, cada beso, cada caricia, cada momento compartido, cada plan planeado, cada locura por cumplir, cada tontería por compartir… que ya nada merece la pena.

Entonces es ahora cuando me toca pensar en mí. No es mi culpa si te ilusiono o no, no es mi culpa si me quieres o no, esta vez no.
He sonreído cuando llovía, te he ayudado a levantarte con cada tropiezo, te he dado lo que no te habían dado, he confiado, he sentido, he amado, y no me arrepiento. Esta vez no, esta vez no he sido yo.