Bienvenido...


Gracias por detener tus pasos en este lugar. Antes de aceptar el tiket de entrada, has de saber que aqui encontraras un buena parte de mi mundo del que, apartir de ahora, entrarás a formar parte...

miércoles, 18 de abril de 2012

no he sido yo...*


Creo que te estás confundiendo, que no estás pensando, que te has dejado llevar por la situación y que has puesto palabras en tu boca que no querías pronunciar.
Creo que un día te despertarás y te darás cuenta de que, a tu lado en la cama, hay un hueco vació, con las sábanas frías y estiradas; entonces, no estaré y llorarás, porque se que lo harás y tu también lo sabes.
Llorarás porque te he querido y te quiero como nunca nadie antes, y lo sabes, se que sabes que te he dado todo lo que podía darte.

Has sido tú el que ha decidido que ya no merece más la mano cada sonrisa, cada beso, cada caricia, cada momento compartido, cada plan planeado, cada locura por cumplir, cada tontería por compartir… que ya nada merece la pena.

Entonces es ahora cuando me toca pensar en mí. No es mi culpa si te ilusiono o no, no es mi culpa si me quieres o no, esta vez no.
He sonreído cuando llovía, te he ayudado a levantarte con cada tropiezo, te he dado lo que no te habían dado, he confiado, he sentido, he amado, y no me arrepiento. Esta vez no, esta vez no he sido yo.

martes, 3 de abril de 2012

olvidar...


Se te ha olvidado cuidarme. Se te ha olvidado que sigo siendo aquella que conociste, frágil, dolida y con mil millones de ganas de amar y ser amada.
Se te olvidó que tus besos eran mi carga de energía diaria y que sin ellos cuesta continuar.
Se te olvidó que solo quería resguardarme en tus brazos para sentirme la persona más protegida del mundo. Que tú para mí eras mi súper héroe, se te olvidó que te confié mis secretos, miedos, ilusiones, sonrisas, ganas, se te olvidó.
Se te olvido que había decidido cambiar por ti, y se te olvidó que tú también lo habías hecho.
Se te olvido que solo necesito esas dos palabras si son salidas de tu boca.

Y a mi se me olvido como se despertaba cada día con una sonrisa. Se me olvidó que se sentía con cada sorpresa, con cada caricia, con cada rosa y con cada beso, se me olvidó llorar porque ya no quedan lágrimas
Casi se me olvida escribir. Pero no. Eso no se olvida, siempre acaba haciendo falta.